¿Pero qué necesidad?, tal y como dice el filósofo de Parácuaro, Alberto Aguilera Valadez.
¿Qué necesidad tiene el doctor Hugo López Gatell de poner en entredicho la efectividad del cubre bocas para evitar los contagios por covid19?
¿Qué necesidad tiene de comentar que no es verdad que en los países en donde se hicieron muchas pruebas no se detuvieron los contagios?
López Gatell no es pazguato, ¿Por qué entonces afirma cosas que no tienen lógica?
El novio de México, sabe perfectamente que el uso de cubrebocas evita contagiar y contagiarse.
Sabe que el tapabocas evita que las gotas de saliva de un enfermo cuando habla, tose o estornuda sean esparcidas y puedan contagiar a las personas que están a su alrededor.
Sabe que el cubrebocas evita que se contagien las superficies con las que las personas sanas tienen contacto.
También sabe que, una de las formas de combatir el covid19, es realizar la mayor cantidad de pruebas posibles para detectar la enfermedad y aislar a los pacientes y a sus posibles contactos.
Sabe que, el 60 por ciento de los infectados son asintomáticos.
Sabe que, si existe la mínima sospecha de estar infectado no hay que quedarse en casa sino salir y hacerse la prueba.
¿Por qué entonces aparenta ser un tardo simpático y dice tantas incoherencias?
La única explicación, es que quiere desviar la atención del escenario dantesco que se vive en México.
Su misión es distraer a los mexicanos del desastre que significan un millón de infectados y 90 mil muertos oficiales.
Alejarlos del escenario macabro que viven más de 100 mil familias enlutadas.
¿Qué necesidad?… la necesidad de divertir con boberías criminales, sonriente y con aplomo, evadiendo el escenario tétrico provocado por el otro virus: el de la ineptitud gubernamental.
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