Pueblo Y No Pueblo

Hay quienes afirman que millones votaron por Trump por ser un líder populista.

 ¿Qué es esa doctrina tan vaga, tan difusa, que no siempre se declara de izquierdas o de derechas que invade América?

En un artículo sobre el tema, Pedro García, editorialista de ABC, califica a los gobernantes populistas como quienes:

“…creen en soluciones fáciles para problemas complejos… desconfían de las políticas tradicionales… desdeñan la verdad y dicen lo que la gente quiere escuchar… deslegitiman las instituciones y se declaran depositarios de la confianza del pueblo”.

En su Diccionario de Política, Norberto Bobbio, Matteucci y Pasquino, lo definen como:

“…fórmulas políticas por las cuales el pueblo, considerado como conjunto social homogéneo y depositario exclusivo de valores positivos…es fuente principal y objeto constante de referencia”.

Para los politólogos italianos, más allá de una definición terminológicamente exacta, los gobernantes populistas asumen al pueblo como algo mítico, a un nivel lírico, emotivo y poético.

Para los populistas, pertenecer al pueblo no depende de una condición social o profesional…Evita Perón, encarnación del populismo latinoamericano, afirmó que los “descamisados de la patria” son: quienes se sienten pueblo; quienes aman, sufren y gozan como el pueblo, aunque no se vistan o vivan como el amado pueblo.

El NO PUEBLO, es visto por los populistas como una luz demoniaca, como conspiradores, como una conjura permanente, como un complot orquestado por fuerzas oscuras.

La utopía populista está dominada por una pesadilla de conjuras, confabulaciones y conspiraciones permanentes. 

Bobbio, Matteucci y Paquino subrayan que, en los sistemas populistas, resalta siempre el liderazgo de un tipo carismático y la formación de una élite de iluminados, de interpretes casi sagrados de la voluntad y el espíritu del pueblo…

¿Se ajusta el perfil populista al liderazgo de Donald Trump?, por sus frutos los conoceréis…